El camino hacia una seguridad más inteligente

Una piedra que vigila desde las alturas, una ciudad que apuesta por la tecnología y una comunidad que se involucra. En Tandil (Argentina) la seguridad se ha vuelto una tarea compartida entre vecinos, autoridades y una aplicación que, lejos de ser un simple desarrollo digital, se ha convertido en una verdadera herramienta de protección ciudadana.

Inspirada en la leyenda del Cerro Centinela —que otorga a la famosa roca tandilense poderes protectores—, la app Centinela cobra vida en los dispositivos móviles de miles de habitantes. Desde allí, los vecinos pueden reportar emergencias, solicitar asistencia y activar alertas que permiten acortar los tiempos de respuesta de las fuerzas de seguridad.

Recientemente el equipo de SoftGuard, visitó el edificio de monitoreo municipal, para realizar una entrevista a Alejandra Marcieri, secretaria de Protección Ciudadana del Municipio de Tandil, y profundizar en el uso de eficiente de la app, que al estar vinculada directamente con la Central de Monitoreo, disponible los 365 días del año, se despliega el sistema de vigilancia al instante.

El funcionamiento es sencillo, pero poderoso: al presionar un botón en la app, se activa una alerta geolocalizada que llega al centro de monitoreo municipal. Desde allí, se determina el protocolo correspondiente y se activa el dispositivo de respuesta. En muchos casos, el tiempo de llegada se reduce a menos de cinco minutos.

Uno de los principales usos de Centinela es en situaciones de violencia de género, donde la discreción y la rapidez son esenciales. Pero Centinela va más allá de la emergencia. Es también una herramienta de prevención y participación comunitaria. Comerciantes utilizan una funcionalidad específica para alertar sobre intentos de robo. Se reportan accidentes de tránsito, incendios, emergencias médicas, casos de bullying, ciberdelitos, tomas ilegales de terrenos, y desde hace poco, incluso los refugios para personas en situación de calle se han sumado a su uso.

Centinela es versátil y permite que cada ciudadano le encuentre un uso dependiendo de su necesidad. Desde su implementación, la app se consolida como un canal directo entre la ciudadanía y el Estado. Y detrás de cada botón presionado, hay una historia, una respuesta inmediata, una vida protegida.

¿Es este el nuevo paradigma en seguridad? En Tandil, parece que sí. El modelo colaborativo que promueve Centinela demuestra que la tecnología, bien aplicada, puede tender puentes entre el Estado y el ciudadano, fortaleciendo la confianza y haciendo más eficientes los recursos disponibles.

Y así, como el mítico vigía aborigen que habita la piedra del Cerro Centinela, la ciudad entera se cuida a sí misma, con una mirada atenta, un dedo listo para alertar y una red que responde.